Igual que te pasa a ti cuando tienes problemas estomacales padecidos por una diarrea, tu perro deberá seguir una dieta especial si tiene diarrea. Para empezar, la alimentación de tu perro tendrá que basarse en el ayuno durante 24 horas, aunque seguirá bebiendo agua. Piensa que al hacer las heces líquidas el can perderá muchos líquidos, así que es esencial que beba agua para reducir los riesgos de deshidratación. Debe tener siempre agua a su disposición, y lo ideal es ofrecerle tomas pequeñas y frecuentes.
Tras este ayuno de 24 horas el perro puede volver a comer, pero le cambiaremos su dieta habitual por una dieta blanda que no dañe todavía más su estómago. A un perro que padece de diarrea hay que ofrecerle comida baja en grasas y de fácil digestión para no forzarlo. El arroz cocido o el pollo hervido siempre son dos buenos remedios. Lo mejor en estos casos es dividir la alimentación de un perro con diarrea en tres o cuatro pequeñas raciones para que no coma en exceso, y puedes darle de beber el agua del arroz.
Poco a poco iremos recuperando la dieta habitual, aunque el cambio debe ser progresivo. Así, el primer día la proporción será de dos a uno para la dieta blanda, mientras que el segundo día todavía le ofreceremos más raciones de lo habitual pero con dos partes de su pienso habitual y una de comida blanda. El tercer día ya podremos darle su pienso de siempre; aunque la diarrea puede ser la señal de que necesita un cambio de alimentación.
Además del ayuno y esta dieta blanda, que puede extenderse unos tres o cuatro días, también debes ir al veterinario. Hay muchas razones para que el can tenga diarrea, y aunque no tienes por qué alarmarte puede deberse a un fallo renal o una reacción alérgica. Puede ser que sea porque ha comido algo extraño por la calle, o porque rebuscando en la basura se ha comido algo en mal estado, pero no está de más asegurarse de que no sufre nada grave.
