Ver que tu perro no come puede ser muy estresante. Una cosa es que coma menos de la ración indicada en el paquete (siempre apuntan al alza, y factores como la actividad física pueden hacer que el can coma más o menos); pero si ves que tu perro apenas come puede ser un síntoma de cualquier enfermedad. Llevarlo al veterinario es imprescindible para que diagnostique el problema y nos ofrezca una solución que lo resuelva, así será mucho más fácil saber porqué tu perro no quiere comer y cuál es la causa concreta.
Aunque lo de enfermedad nos pueda sonar muy fuerte, no tiene por qué ser nada grave. Un dolor dental, problemas de hígado, digestivos o de riñón pueden estar detrás de esta falta de apetito, que también puede deberse a los efectos secundarios de alguna vacuna, de ahí a que tu perro pierda el apetito de forma temporal o simplemente puede tratarse de un cambio de entorno, como irnos de viaje con él, llevárnoslo durante las vacaciones al pueblo o al apartamento o un cambio de hogar, situaciones que lo estresan.
Otra veces, cuando un perro no quiere comer es posible que la falta de apetito sea un problema de comportamiento, algo más habitual de lo que pensamos y que tampoco tiene por qué ser malo. Si cerca, o incluso en casa, tiene un perro agresivo que lo intimida o el comedero no está a la altura ideal para el animal perderá el apetito. Lo mismo pasa si le has cambiado el pienso. No todos los perros aceptan los cambios de alimentación, y si es muy exigente tendrás que hacerla de forma paulatina.
Qué hacer cuando tu perro no quiere comer
Además de ir al veterinario para identificar la fuente del problema puedes cambiar la alimentación del animal. Un pienso diferente, otro sabor, otro olor, una combinación de pienso y comida enlatada etc. Hay muchas alternativas, lo que nunca debes hacer es darle comida humana ya que no es suficientemente nutritiva. Intenta darle de comer siempre a la misma hora, que siga unos horarios, y siempre puedes sacarlo a pasear antes de comer para que haga hambre.
