Seguro que tienes claro que una buena alimentación es fundamental para que tu perro esté sano y alegre y alguna vez te has preguntado si debes o no darle sus croquetas favoritas aunque la fecha de caducidad del envase indique que están “pasadas”.
El pienso aguanta mucho tiempo pero ¡no es eterno!, así que al comprarlo fíjate en su fecha de validez. Si el que ofreces a tu mascota ha caducado recientemente (1 – 2 semanas) lo más probable es que no ocurra nada malo (siempre hay un margen) aunque el alimento resultará menos apetecible y, además, puede haber perdido parte de sus propiedades nutricionales.
Si ha pasado más tiempo, no es extraño que las grasas que contienen estos alimentos para animales se hayan deteriorado y entonces ese pienso está rancio. Los perros son muy listos y seguramente el tuyo lo rechace, pero si lo toma, puede padecer digestiones pesadas o incluso llegar a sufrir una gastritis.
¿Cómo determinar si el pienso está caducado?
Es importante diferenciar entre un pienso que simplemente se ha pasado de fecha unos días y otro que esté en mal estado. Si el “saco” está parcialmente deteriorado (roto) puede estar contaminado por la acción del aire, la humedad o el calor. No es lo habitual (los piensos son comida deshidratada) pero hay casos excepcionales en los que esos agentes externos pueden estropearlo, contaminándolo con hongos y bacterias que podrían provocar una intoxicación alimentaria.
Si tu perro presenta vómitos y diarreas, como primera medida, comprueba que su comida está en perfecto estado. Si no quiere comer deja que “ayune” uno o dos días, pero asegúrate de que beba agua (si la situación persiste, ya sabes, ¡veterinario!) Si además de pienso sueles darle alimentos enlatados (bolitas de carne) comprueba siempre no solo la fecha de caducidad sino también que el envase no presenta abolladuras u óxido.
