Has decidido tener una camada, y tras la larga fase de cortejo la hembra ha elegido al macho ideal para aparearse. Pero durante el apareamiento los perros pueden quedarse enganchados, y aparecen las dudas. ¿Qué hacer en este caso? ¿Es peligroso si intento separarlos? ¿Por qué no se separan ellos? No pasa nada, se trata del abotonamiento, una de las fases del apareamiento canino; y al cabo de unos minutos finalizado el ritual de apareamiento de los perros ellos mismos se separarán por sí solos.
El apareamiento de los perros
Para entender por qué se quedan enganchados antes tenemos que conocer las diferentes fases del ciclo de apareamiento del perro. Cuando el perro logra montar a la hembra y penetrarla, pronto se producirá la primera eyaculación. Se trata de una eyaculación estéril, sin espermatozoides. Entonces el macho se girará, quedándose los perros en posición opuesta. Es el famoso volteo de los perros, y ahí sí que se producirá una eyaculación completa, con suelta de espermatozoides.
A continuación se produce el abotonamiento, el momento en que los perros se quedan enganchados. La base del pene se hincha, quedándose enganchado dentro del cuerpo de la hembra. Pueden estar más de una hora enganchados, hasta que el glande del can se relaja, pierde grosor y puede sacarlo de la hembra. Entonces los animales se habrán separado. El abotonamiento es algo casi exclusivo de los perros: solo los lobos, parientes salvajes del perro, lo hacen.
No existe una teoría confirmada sobre por qué se produce el abotonamiento, pero la mayoría de las opiniones del mundo científico apuntan a que es una estrategia de los perros para asegurarse que su esperma tiene ventaja ante el de otros machos. La fidelidad en el mundo canino brilla por su ausencia, una perra puede tener cachorros de diferentes padres en la misma camada; pero de esta manera consiguen evitar que otro perro monte a la hembra, al menos durante unas horas.
