Un bebé y un perro ¿son compatibles?

Es habitual que los padres primerizos se hagan muchas preguntas como esta. Se cuestionan la fiabilidad de tener un perro cerca del futuro bebé. No hay problema siempre que sepamos imponernos a nuestro perro.

Puede que el perro sea equilibrado, sumiso y obediente pero llegado el momento los futuros padres comienzan a recelar de su comportamiento cuando llegue el bebé. Esta inseguridad suele desembocar en que muchos de estos fieles amigos sean vendidos, regalados o abandonados.

Las mujeres embarazadas o a punto de dar a luz suelen sentir un rechazo transitorio hacia el perro con el que han convivido alegremente, ocasionado por los cambios hormonales y psicológicos que experimenta en este periodo.

Debemos ser racionales ante esta situación, el perro no es un problema y concienciarnos de ello. Un perro equilibrado y sano puede que se convierta en el mejor amigo del futuro bebé.

Si por el contrario no hemos logrado imponernos a nuestro perro y se trata de un perro desequilibrado, tranquilos porque no es el fin. Los perros se pueden rehabilitar y en ocasiones de una manera mucho más sencilla de la que pensamos. Solo necesitamos constancia por parte de toda la familia y trabajo duro. Comenzaremos la rehabilitación durante el periodo del embarazo y nos impondremos como los líderes de la manada.

Si logramos esto conseguiremos no solo tener un perro equilibrado sino que se convierta en el protector y mejor amigo de nuestro bebé.


El bebé y el perro

 

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