Entrenamiento de perros guía

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El entrenamiento de un perro guía comienza desde que es un cachorro y tiene distintas etapas a cual más importante. Son animales sanos, inteligentes, muy sociables y capaces de cumplir la extraordinaria misión de convertirse en los ojos de una persona ciega o con importantes dificultades de visión.

La mayoría de estos perros se entrenan en la escuela de la Fundación Once del Perro Guía porque no hay que olvidar que se trata de un entrenamiento para perros muy especial del que dependerá la seguridad de una persona. Requiere tiempo, mucha paciencia y cariño. Por este motivo, el entrenamiento para perros guía se basa en el esfuerzo positivo y se divide en distintas fases.

Los primeros meses de un perro guía

Tan importante como el entrenamiento en sí mismo son los primeros meses de vida del animal. Un buen perro guía debe tener un carácter tranquilo y obediente en el que destaque su deseo de agradar y su capacidad de adaptación a distintas situaciones. Las razas habituales de perros lazarillo son: Golden y Labrador Retriever y también el Pastor Alemán. Así, el entrenamiento de los perros lazarillo debe ser exhaustivo y muy completo.

Un futuro perro guía permanecerá con su mamá perra al menos 6 – 7 semanas y a partir de ese momento continuará su desarrollo en una familia de acogida. Es la etapa de socialización, fundamental para que estos perros crezcan rodeados de cariño y empiecen a conocer el mundo al que se van a enfrentar. Así, el entrenamiento de los perros guía comenzará cuando tengan un año de vida, porque será en este momento cuando regresen a los centros específicos en los que son formados.


En esta primera etapa de entrenamiento, el perro deberá convivir con su familia y participar en todas las actividades posibles. De esta manera se acostumbrará a subir a un autobús, ir de paseo por la calle, entrar en una tienda o ir al cine. Además, se familiarizará con el lenguaje humano aprendiendo las órdenes y normas básicas caninas que necesita para su socialización y educación.

Las claves del entrenamiento de un perro guía

Tal y como hemos comentado, cuando el perro cumple su primer año, comienza el entrenamiento propiamente dicho, siempre a cargo de un profesional especializado. Dura aproximadamente 8 – 10 meses y en este tiempo, entrenador y perro guía trabajarán los siguientes aspectos claves:

1. Uso del arnés

El arnés es el nexo de unión entre el perro y la persona a la guía. El animal debe acostumbrarse a llevarlo sin que le resulte incómodo. Hay que tener en cuenta que el asa del arnés de un perro guía es metálica y al principio al animal puede resultarle un elemento extraño. Por eso, el perro deberá aprender a pasear con el arnés, a llevarlo y a caminar sin dar tirones.

2. La línea recta

Es lo primero que se enseña a un perro guía, a seguir una línea sin desviarse pese a los distintos estímulos que puedan distraerle como otros perros, el tráfico, un olor determinado…

3. Bordillos

Los desniveles son especialmente peligrosos para una persona que no ve. Con ejercicios específicos, el perroguía aprenderá a detenerse siempre ante un bordillo (cada vez que lo haga recibirá su premio). Es la manera de avisar a su dueño de que hay un cambio en la superficie por la que andan: una escalera, un socavón o el borde de una acera.

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4. Obstáculos

Es la parte más compleja del entrenamiento de un perro guía. Los ejercicios se realizan en circuitos específicos donde no faltan farolas, vallas, escaleras, rampas, etc. El entrenador enseñará al perro guía cómo debe esquivarlos, mostrándole una y otra vez el camino y las distintas opciones. El perro guía aprenderá a que debe ir por delante de su dueño (tres cuartas partes de su cuerpo adelantadas) y siempre muy próximo a él, como si los dos fuesen uno solo. Así podrá marcar el recorrido, esquivando cualquier obstáculo y dando tiempo de reacción a la persona a la que guía.

5. Tráfico

Es esencial que el perro sepa que debe pararse siempre que haya vehículos cerca, por ejemplo, en un paso de peatones o en un semáforo. Además, en el entrenamiento, el perro guía, aprenderá a detenerse siempre que exista riesgo de atropello, incluso aunque su dueño se equivoque y le ordene avanzar. Si hay coches cerca, el perro no caminará.

Cuando un perro guía finaliza su entrenamiento, está preparado para formar equipo y ayudar a una persona con dificultades de visión. Ese entrenamiento continuará de manera personalizada con su nuevo dueño hasta que se conozcan y, sin duda, se establezca entre ellos una relación muy especial.

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