3 factores a tener en cuenta al comprar el comedero a tu perro


El recipiente donde pones el alimento que das a tu perro tiene su importancia y debe reunir una serie de características que lo conviertan en el más adecuado para tu mascota. El material del que estén hechos, su forma o su altura son algunos de los aspectos en los que debes fijarte a la hora de elegir el comedero para tu perro, porque al final, forma parte de los cuidados de tu perro. Este accesorio canino debe estar limpio, en buenas condiciones y además debe permitirle comer a gusto. Cuando vayas a comprar un comedero para el perro, elígelo de buena calidad porque a la larga compensa y además, comprueba algunos detalles que son los que determinarán su idoneidad.

En qué fijarte al adquirir un comedero para tu perro

A continuación vamos a resumir cuáles son los 3 factores que debes tener en cuenta para comprar el comedero para tu perro y que se adapten a tus necesidad.

1. Materiales

Existen varios tipos de comederos para el perro y cada uno de ellos está fabricado en un material. Los comederos de plástico para el can son los más comunes y dan buenos resultados, siempre que optes por uno de cierta consistencia para que no deteriore a las pocas semanas de uso. Los comederos de acero inoxidable para el can son algo más caros pero también más resistentes. Los dos son adecuados y la elección del comedero para el perro dependerá de tus preferencias siempre comprobando que tu perro no presenta alergia a alguno de estos materiales. También tienes cuencos de cerámica o barro, pero resultan poco recomendables al tratarse de un material poroso que puede acumular restos de comida.

2. Forma y tamaño

Este es el consejo más importante para escocer el comedero de tu perro. Por supuesto, debes comprar un comedero acorde a las dimensiones de tu perro y a la cantidad de alimento que necesite. Es decir, el comedero para el perro no puede ser del mismo tamaño para todos los perros, pues no es lo mismo un perro de tamaño pequeño o un cachorro que un perro de tamaño grande, que necesitaría una proporción mayor. En cuanto a la forma, los comederos tradicionales son cilíndricos, aunque también los tienes tipo bandeja cuadrada (cuestión de gustos). La forma no reviste demasiada importancia salvo que tengas un perro de orejas largas, por ejemplo un setter, en cuyo caso deberás optar por uno con diseño de cono invertido, de abertura más estrecha que la base, para evitar que el animal acabe con las orejas dentro de su comida.

3. Profundidad

La profundidad del comedero también es importante para que el perro pueda alimentarse con comodidad. Para un cachorro elige siempre comederos pequeños y poco profundos para que pueda acceder sin problemas. Los comederos más planos son también los más recomendables si tienes un perro “chato” y de cuello corto, por ejemplo un pequinés o un bulldog, porque si los bordes del comedero son muy altos le resultará incómodo al tener que forzar la postura corporal para alcanzar su alimento. En este caso, un recipiente plano hará, además, que la comida no se amontone y pueda acceder a ella más fácilmente sin que su nariz pueda taponarse. En cambio, los perros de hocico largo, un collie o un pastor alemán, pueden tener un comedero de laterales elevados sin problema alguno.

Tipos de comederos entre los que elegir el de tu mascota

Además de fijarte en las características básicas descritas, también conviene conocer los distintos tipos de comederos que tienes tu alcance  que pueden venirte muy bien para cubrir necesidades específicas.

  • Comederos en altura. Como su nombre indica, son comederos que no se colocan directamente en el suelo sino en un soporte vertical, para conseguir así situarlos a la altura del pecho del perro y lograr que éste coma sin tener que forzar el cuello y las cervicales. Son ideales para perros grandes, altos y corpulentos.
  • Comederos para “tragones”. Algunos recipientes están diseñados para ponérselo algo más complicado al perro a la hora de acceder a su comida y evitar que, más que comer, engulla a toda velocidad. Incluyen pequeños salientes o montículos en su base para un mayor y mejor reparto del pienso.
  • Tolvas y comederos automáticos. Las tolvas están pensadas para que el perro se alimente cada vez que sienta hambre. Las tienes con sistemas automáticos para que solo dispensen comida en momentos determinados y que no exista riesgo de "atracones". Son una buena idea, por ejemplo, si el perro pasa tiempo solo y no estás en casa en el momento de su comida.

Ahora ya sabes cómo elegir el comedero para tu perro y lo importante que es esta decisión. Así que escoge el comedero que se adapte mejor a las necesidades del can con la ayuda de estos tips.

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