Uno de los grandes temores de los dueños de perros, especialmente de los inscritos en el registro de perros potencialmente agresivos o peligrosos, es que el animal pueda morder a alguien. Según la leyenda, si un perro muerde a una persona lo sacrificarán; pero el sacrificio es el último recurso en caso de que el perro muerda a alguien. Antes de llegar a la decisión más extrema se tomarán una serie de medidas destinadas a evaluar al animal.
Si la persona mordida va al médico, desde el propio centro de salud o urgencias ponen en marcha el protocolo de ataque de animales. En el parte de lesiones deben aparecer todos los datos del perro y de su dueño. Según en qué comunidad vivas, el organismos responsable del siguiente paso será uno u otro, pero al cabo de unos días te visitará una pareja de funcionarios que examinará al perro y el calendario o cartilla de vacunación del can.
También nos hará unas preguntas sobre el estado psicológico del animal tras el ataque: cómo come o bebe, si está más o menos activo... Si la evaluación es positiva y tiene las vacunas al día, pasará entre 10 y 40 días sin salir de casa, o saliendo muy poco, antes de un segundo análisis. Si no tiene al día la cartilla de vacunación o hay algún problema, como los cambios de comportamiento, lo llevarán a unas instalaciones veterinarias para un control más exhaustivo. No obstante, debes saber que en algunos casos puedes recibir una denuncia si tu perro es agresivo, aunque necesariamente no haya mordido a una persona.
En la mayoría de casos, las mordidas del perro se tratan de casos aislados que no se repiten. Sin embargo, si el perro tiene una enfermedad como la rabia o es muy agresivo se sacrificará. Si ha mordido más de una vez a alguien, el control sobre el perro durante la cuarentena será más intenso; pero nunca se sacrificará al animal antes de cumplir con una cuarentena que sirva para evaluar su comportamiento y el riesgo de nuevos ataques.
