Hay una leyenda urbana que dice que con el paso del tiempo los doberman pierden el sentido del olfato. Entonces son incapaces de reconocer a sus dueños, y acaban atacándolos. Pero como pasa con la gran mayoría de las leyendas urbanas, es mentira. Ni los doberman ni ninguna otra raza de perros pierden el sentido del olfato, aunque sí es verdad que hay una serie de casos en los que tu can puede dejar de oler.
El primer escenario de todos son las alergias, algo muy parecido a lo que les pasa a las personas. La alergia le impide al animal identificar los olores que le llegan, algo parecido a lo que pasa cuando está constipado o tiene problemas como la sinusitis, que bloquean su poder olfativo. Cualquier perro puede constiparse de vez en cuando y perder temporalmente el sentido del olfato, aunque si ves que la cosa se prolonga o es muy repetitiva deberías consultar al veterinario.
Otra de las posibles causas de la pérdida de olfato en los perros es la edad, especialmente en aquellos perros de trabajo, como los pastores alemanes u otros perros utilizados por la policía. Su “vida laboral” dura hasta los 7 u 8 años, porque a partir de entonces su olfato empieza a decaer lentamente. Es muy difícil que el dueño se de cuenta, y nunca llegan a perderlo del todo. De hecho, los perros están totalmente sanos, y todavía les quedan años de vida.
Si tu perro sufre el moquillo es posible que pierda parte del olfato, especialmente si ha olfateado algo tóxico. El cáncer de cerebro también puede dañar el sentido del olfato en los perros, lo mismo que algunos problemas respiratorios. Las razas braquicéfalas (pug, Boston terrier, bulldog, pequinés, etc.) tienen más tendencia a sufrir este problema. Por último, si tu perro se ha dado un golpe en la cabeza podría perder temporalmente el olfato, aunque suelen recuperarlo.
