Según la legislación estatal y la correspondiente a cada autonomía, algunos perros son considerados potencialmente peligrosos (PPP) y para tenerlos y disfrutar de ellos, sus dueños deben cumplir ciertos requisitos y respetar una serie de medidas encaminadas a evitar que un animal agresivo pueda provocar algún tipo de daño.
Si tienes un perro PPP o piensas en esta posibilidad, debes saber que es necesario obtener la licencia correspondiente e inscribir a tu mascota en el Registro de Animales Potencialmente Peligrosos del municipio en el que residas. No cumplir con estas exigencias puede acarrearte sanciones económicas importantes y más de un disgusto si el perro, por cualquier motivo, atacase a alguien.
Como ocurre con cualquier otro perro, eres responsable de él y para evitar problemas, siempre que vayas a darle un paseo debes hacerlo atado, con correa específica y bozal.
Si tienes a tu PPP en una finca particular deberás contar con un espacio seguro donde poder encerrarlo si alguien viniese. De lo contrario, aunque sea un entorno privado, tendrás que tenerlo atado.
Requisitos para tener un PPP
Cualquiera no puede tener y hacerse responsable de un perro peligroso porque, como hemos dicho, hay que obtener la correspondiente licencia, que solo se concede a personas mayores de edad que además cumplan con los requisitos siguientes:
- No haber sido condenado por determinados delitos, entre otros: homicidio, lesiones, delitos contra la integridad moral, o contra la salud pública.
- Contar con un certificado de aptitud física y psicológica que acredite la capacidad para cuidar al perro y responsabilizarse de él.
- Tener un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños a terceros que el perro pueda ocasionar.
- Contar con un certificado veterinario que acredite que el animal está correctamente vacunado, desparasitado y que, en principio, no muestra síntomas de agresividad y no supone un peligro.
Hay que recordar que cada Comunidad Autónoma puede establecer requisitos adicionales a los citados, que debes cumplir aunque estés segura de que tu perro sería incapaz de hacerle daño a nadie.
