No debemos bañar a un perro justo antes de aplicarle la pipeta porque podemos irritarle la piel. Tras el baño del perro la piel está mucho más sensible y el efecto de la pipeta al caer sobre la piel puede irritarla. Además, bañar a un perro podemos reducir durante un tiempo la grasa natural que cubre la superficie cutánea de los perros y si le aplicamos la pipeta podemos inflamar la zona.
Por eso, es mejor esperar un par de días tras el baño del perro para aplicarle la pipeta. De esta manera nos aseguramos también de que el pelo del perro esté completamente seco y garantizamos la efectividad de la pipeta sin arriesgarnos a irritar la piel del perro.
