Los herbicidas y plaguicidas se utilizan para controlar el crecimiento de las malas hierbas y para mantener a raya posibles plagas de insectos y ácaros que pueden atacar a las plantas. Saber cuál utilizar en cada caso y cómo hacerlo es de vital importancia porque, efectivamente, sí puede ocurrir que un perro resulte envenenado por un herbicida.
Son muchas las sustancias tóxicas incluidas en la composición de estos productos, de ahí la importancia de leer bien las etiquetas antes de aplicar alguno de ellos en tu jardín o sobre tus plantas de interior si tienes en casa una mascota a la que le encanta acercarse o incluso mordisquear tus plantas.
Si vas a aplicar un herbicida en algún punto dentro o fuera de tu hogar, comprueba siempre que la etiqueta especifica que es apto para mascotas.
¿Cuáles son los síntomas de intoxicación en perros por plantas?
Los síntomas de envenenamiento por herbicidas pueden confundirse con los propios de la alergia, pero son más acentuados y graves.
Picor y enrojecimiento de los ojos y de las mucosas que forman las fauces del perro, irritación de su piel, babeo y respiración acelerada… muchos de estos herbicidas envenenan por inhalación, aunque también el animal puede sufrir sus consecuencias al lamer o masticar una simple hoja. En estos casos, además, los vómitos, acompañados de mareo o de parálisis parcial, no son algo extraño.
Las señales de envenenamiento por herbicidas no siempre son tan evidentes e inmediatas. Puede que los productos que utilizas para cuidar tus plantas estén haciendo daño a tu perro de manera progresiva. Si tu mascota presenta decaimiento, falta de apetito y malestar general y normalmente anda entre plantas, no descartes una posible intoxicación por herbicidas (consulta al veterinario).
Por último, hay que recordar que también hay determinadas plantas que pueden resultar venenosas para tu perro en sí mismas, sin haber sido tratadas con producto alguno. El helecho común, algunas especies de hiedra, determinadas variedades de hortensia, plantas tropicales como la drácena, el aloe vera, la difenbaquia y por supuesto algunas setas son vegetales con los que siempre conviene tener precaución si tu perro anda cerca de ellas.
