El mundo canino está lleno de leyendas urbanas y mitos a los que la creencia popular no ha dejado de credibilidad. Muchos de ellos no pasan de ser leyendas, aunque es cierto que algunos sí que son verdad. Por ejemplo, es cierto que los perros grandes tienen una esperanza de vida más corta que la de sus congéneres caninos de razas más pequeñas, aunque el tamaño no es el único factor que influye en cuánto vivirá un perro.
Por qué los perros grandes viven menos
Podemos decir que en esta ocasión el tamaño grande del perro influye negativamente en su esperanza de vida, y mucho. Se considera que en los perros de tamaño grande, los culpables parecen ser los radicales libres del oxígeno, unas moléculas que surgen en el proceso por el que las células obtienen energía de los alimentos. A diferencia de los perros pequeños que viven más, al parecer los perros grandes cuando pierden electrones, los recuprean quitándoselos a las células del cuerpo, lo que las oxida. Así, los radicales libres de oxígeno dañan el cuerpo del animal, lo que puede causar enfermedades como el cáncer.
Aunque el cuerpo del can intenta neutralizar esta oxidación con los antioxidantes, al desarrollarse más lentos que los perros pequeños los perros grandes son incapaces de generar suficientes antioxidantes para hacer frente a los radicales libres. De esta forma, el cuerpo de un perro grande envejece y se estropea a más velocidad que el de los perros pequeños, algo insólito en el mundo animal, donde los grandes animales suelen vivir más que los pequeños.
Como decíamos al principio, el tamaño no es el único factor que determina cuánto vivirá un perro aunque sí que es determinante. Cuestiones como el estilo y la calidad de vida del animal, que tenga un dueño que lo alimente bien, lo vacune, se preocupe por su salud y por cubrir sus necesidades es también esencial para que un perro pueda vivir muchos años. Y, como no, el factor suerte también juega su papel.
