¿Los perros grandes pueden comer huesos de pollo?

Seguro que has leído mucho sobre los pros y contras de darles huesos de pollo a tu perro, y ante la diversidad de opiniones que encontramos en la red sigues sin tener nada claro. Lo primero que debes saber es que los perros grandes pueden comer huesos de pollo, igual que el resto de perros, pero no todo vale. Ni a los perros grandes ni a los perros pequeños les podemos dar huesos cocinados -ni a ellos ni a ningún can-, y hay que darle huesos grandes, acordes a su tamaño.

A los perros grandes como los rottweiler o los pastores alemanes podemos darles huesos grandes, como los de las patas del pollo. En cambio, los huesos más pequeños como los del cuello, los del ala o el cartílago de la pechuga pueden provocarles problemas al animal. También puede padecer enfermedades o problemas de salud si le das huesos que por sus dientes o su estado no podrá comer, así que evita darle huesos de pollo si ya es mayor y tiene la dentadura en mal estado.


Los huesos son un alimento muy saludable para nuestro can, ya que ayudan a prevenir la aparición de enfermedades en la boca como el sarro. Eso sí, el gran error que solemos cometer es introducir en la alimentación del perro comida humana, y eso es un error, darle el pollo que sobra de la paella, del pollo frito, etc. Sin embargo, al estar cocinado ha perdido parte de su humedad, no es tan consistente y se astillan fácilmente, pudiendo causarle problemas en la boca al animal. Por eso nunca le daremos pollo cocinado.

Si te dan miedo las bacterias o parásitos que pueda tener el pollo crudo, siempre tenemos la opción de congelar el hueso dos o tres días antes de dárselo a tu perro de tamaño grande. Eso sí, hasta que no esté completamente descongelado no le daremos el hueso. Se los puedes dar enteros o triturados, no importa como lo hagas, aunque recuerda que los huesos de pollo son un complemento a la dieta del can, nunca será la base de su alimentación.

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