¿La displasia de cadera de los perros necesita cirugía?

La displasia de cadera en los perros es una alteración de los huesos que se suele dar entre los primeros 6 meses de vida del cachorro y que se manifiesta en el modo en que ejercita sus movimientos. En estos casos, empieza a notarse una forma de andar en los perros con displasia de cadera que resulta extraña, lo cual es un síntoma en esta enfermedad.


Al igual que también sucede en algunos casos de los humanos, la displasia de cadera en el perro puede ser resultado de una herencia genética, peor también se debe a que los perros con el paso del tiempo van adquiriendo debido a unos ejercicios demasiado bruscos y seguidos y también a una alimentación deficiente. La intervención quirúrgica para la displasia de cadera en los perros debe darse en aquellos casos en los que el veterinario o el equipo de especialistas que llevan el caso de ese animal lo determinen, ya que también existe la opción de que se trate con medicina, con cirugía o con una combinación de ambas disciplinas, ello depende del caso en concreto y de la gravedad de la displasia que sufre el perro.

Intervenciones quirúrgicas de displasia de cadera en perros

El tratamiento de la displasia de cadera en el can incluye tanto medicamentos como terapias naturales. Pero, en el caso de que el veterinario opte por la cirugía del animal para mejorar los síntomas de la displasia de cadera (ya que es incurable pero se puede mejorar el nivel del vida del perro) existen diferentes tipos de intervenciones.

  • La osteotomía triple de cadera ayuda a corregir en parte el problema para evitar que se degenere más de la cuenta. Se debe realizar en los perros cuando aún son jóvenes.
  • La artroplastia pasa por la eliminación de la parte principal del fémur, se necesitan analgésicos para el postoperatorio, fisioterapia y en caso de ser viable, también ejercicios de natación.
  • La prótesis de cadera consta de la eliminación del hueso del animal y la colocación de uno artificial que haga las veces del suyo propio pudiendo llevar, posteriormente, una vida prácticamente normal.
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