No hay cifras exactas y no hay que alarmarse de manera innecesaria. Por norma general, las perras tienen dos celos al año, uno a finales del invierno, principios de la primavera, y otro en el transcurso del otoño, pero existen múltiples factores que hay que tener en cuenta antes de considerar anómalos los periodos de celo en un animal.
La raza, el tamaño y la constitución de la hembra, así como el resto de sus características físicas, las situaciones de estrés, e incluso las condiciones climatológicas… todo influye en la llegada del celo.
No es una ciencia exacta y la naturaleza manda a la hora de determinar cuándo una perrita afrontará su primer celo, generalmente en torno a los 6-8 meses, y qué ritmo seguirá en aquellos que continuarán a lo largo de toda su vida.
¿Es normal tener más o menos periodos de celo?
Por lo general, las perras presentan dos celos al año pero no es extraño que tengan solo uno (especialmente algunas razas). Del mismo modo, puede ocurrir que de manera continuada o durante un tiempo concreto, tu perra esté en celo tres veces al año, aunque esta posibilidad es menos frecuente.
Cada perra es distinta y lo realmente importante es comprobar que el celo sigue una determinada periodicidad o regularidad. Si tu perra se muestra sana y vital, que entre en celo solo una vez al año, no indica ningún trastorno o enfermedad. Por el contrario, el celo más de tres veces en un mismo año, sí merece una consulta con el veterinario.
En resumen, lo normal son dos celos al año pero pueden darse excepciones que siempre conviene vigilar para tener todas las garantías de que la perra se encuentra en perfecto estado de salud.
