Todos sabemos que la ovulación se produce durante el estro, la segunda parte del celo de la perra, que dura entre 5 y 15 días. Es en ese momento cuando la perra acepta al macho. Verás que, aunque la vulva siga hinchada, las pérdidas de sangre son menores que durante el proestro, los 7 o 10 días iniciales del celo. También sabrás que el primer celo llega a partir de los 6 u 8 meses, depende de la raza, pero las dudas aparecen tras el parto.
El parto implica importantes cambios hormonales en las perras, y el ciclo del celo se puede ver alterado por estos cambios. La perra estará entre 60 y 65 días gestando a la camada, y tras el parto llegan la cuarentena y la lactancia, además de unos 4 meses que pueden pasar fácilmente hasta que vuelva el celo. Así pues, la primera ovulación de la perra tras el parto puede superar fácilmente los 6 meses, llegando incluso a los 8.
Igual que pasa con otras tantas cosas en el mundo canino, después del embarazo y del parto, la siguiente ovulación dependerá también de la raza de perro que se trate. Las perras pequeñas suelen recuperar el ciclo hormonal normal mucho más rápido que las perras de razas grandes, así que no tienes por qué alarmarte si ves que han pasado 7 meses desde el parto y tu perra no ha pasado por el siguiente celo.
Esas alteraciones hormonales de las que antes hablábamos también le pueden provocar a tu perra una irregularidad en el celo. Así, la ovulación de tu perra en el segundo celo tras el parto puede estar pegado al primero, pero también es posible que transcurra más tiempo del que pasaba antes del embarazo hasta que llegue. La misma situación se puede dar entre el segundo y el tercer celo post parto. La edad del perro también puede influir, pero si ves que la ovulación es irregular no dudes en acudir al veterinario.